Hace dos días estaba viendo un video en Facebook, cuando de la nada éste se interrumpió para reproducir un comercial que no pude pausar hasta que terminara. Aunque fueron sólo unos segundos, me desesperó bastante el hecho de no poder ver mi video. Tanto, que lo quité.
Irónicamente, después, en Youtube, me quedé viendo hasta el final un anuncio que me pareció muy interesante antes de que se proyectara mi video. E incluso me he descubierto a mí misma más de una vez visitando el canal del video-comercial.
¿La diferencia? Tal vez es que Youtube nos acostumbró ya a sus anuncios, lo cual, desde el punto de vista del modelo de negocio es aceptable, ya que sin estos anuncios probablemente la plataforma no podría ser gratuita, y se tiene que monetizar de alguna forma. De hecho, ya existe Youtube Red, que mediante un pago o cuota mensual te garantiza la reproducción de videos sin anuncios.
Lo mismo sucede con Spotify y Spotify Premium: Una pequeña “molestia” para el usuario, genera también beneficios, ya que no todos los usuarios están dispuestos a pagar $99 por mes, y prefieren un comercial de vez en cuando.
Gracias a dichos anuncios emergentes es que plataformas como éstas pueden ofrecer sin costo para los usuarios contenido y servicio de calidad, como es el caso de Youtube, quien paga a los canales con más suscriptores con base en los ads que puedan generar, y que a su vez, da a los youtubers recursos para seguir produciendo contenido, además de que también sus algoritmos de segmentación son muy cuidadosos y los anuncios se dividen perfectamente por preferencias, por lo que es mucho menos probable que uno de estos anuncios emergentes “moleste” al usuario.
Sin embargo, empresas como Facebook, que ya monetizan gran parte de su plataforma, podrían ser más cuidadosas en cuanto a comerciales emergentes se trata.
La publicidad en Facebook claramente no es nueva, y los usuarios reaccionan favorablemente a la publicidad en su timeline mediante post sugeridos, ya que de ellos depende seguir scrolleando o detenerse a ver la publicación. También, en el caso del material audiovisual, generalmente son las mismas marcas quienes lanzan los videos desde sus propias fanpages, dando a los usuarios el poder de decisión de verlo o no. Eso, sumado a las sugerencias de publicidad basadas en los gustos personales de los usuarios, es una de las mejores herramientas publicitarias que se tienen hoy en día.
Sin embargo, pareciera que Facebook aún no se ha perfeccionado para los comerciales emergentes en videos, estos algoritmos usados tan eficazmente en las publicaciones promocionadas, ya que si un video de diez segundos es interrumpido por un comercial de cinco a la mitad del video, la experiencia del usuario puede verse mermada, (como personalmente me sucedió) además de que los comerciales emergentes muchas veces no coinciden con las preferencias del usuario.
La estrategia de Youtube de colocar los anuncios al principio de un video cuando éste es corto, garantiza al usuario el poder ver este último sin interrupciones, y solamente cuando se trata de un video más lago, puede existir más de un comercial durante el mismo.
Además, habría que tomar en cuenta que las publicaciones por sí mismas en Facebook se pueden monetizar, y que muchas fanpage tienen su modelo de negocio en el contenido que generan (ellas pagan a Facebook por promocionarse, a diferencia de Youtube, quien paga a los dueños de los canales que generan más tráfico). En este caso sería inconveniente colocar un comercial emergente en un video que también está siendo parte de una campaña pagada para tener mayor alcance (comercial sobre comercial).
Algunas estrategias de publicidad en el mundo digital son un arma de doble filo, porque si bien, un banner puede monetizarse por clicks haciendo que quien se anuncia pague sólo por las personas que se interesaron en su anuncio, habría que replantearse la estrategia si es que se trata de un pop up que no nos deja navegar en la página y que, francamente, a veces clickeamos por accidente tratando de esquivarlo.
Una diferencia muy grande ocurre con el SEO (Search Engine Optimization), ya que mediante la elección de palabras clave que los usuarios buscan, se puede posicionar una página web para ponerla más al alcance de ellos (en este caso, es el cliente el que elije dar click) o bien, un banner lateral con un diseño atractivo que pueda llevar al usuario al esperado click.
Por todo esto, la publicidad emergente no siempre es mala, ya que una buena segmentación de preferencias puede darnos incluso sorpresas bastante agradables, sin embargo, es bueno dejar algunas opciones al usuario como “saltar video” donde pueda ser su decisión final ver el anuncio o no si este es mayor de 3 segundos.
También, para las marcas que se anuncian de esta manera es importante crear contenido atrapante desde los primeros segundos para crear un comercial disfrutable, ya que, siendo honestos, considerando el tiempo que pasamos en Internet con motivos de ocio puro, 10 segundos más navegando por ver un comercial agradable termina siendo incluso una buena experiencia.
Fuente: Roastbrief